lunes, 17 de diciembre de 2007

Y renacerá la espiritualidad

¿Habrá salida para los subprimos españoles? No. Lo que se va a socializar son las pérdidas del sistema financiero, no las de quienes compraron sus pisitos caros; éstos ya pueden darse por muertos financieros verticales hasta el día de su paso a posición horizontal definitiva en los cementerios reales.

Como nunca ha pasado esto de que la gente tenga una deuda inmensa de por vida (máxime si se traduce a dólares) por haberse comprado algo cuyo valor se va desinflando, pues, no sabemos cómo vamos a gestionar esos sentimientos ni cómo serán, en consecuencia, las relaciones sociales. Visitando Japón uno se da cuenta que, en esas situaciones, se produce un renacimiento de la espiritualidad (a la fuerza ha que desapegarse de los valores materiales); el problema está en que las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam) no son tan buenas al respecto como la combinación de budismo y sintoísmo (o taoísmo, en el caso chino).

Desde luego, lo que viene va a ser muy triste. Pero, la nostalgia es buena para la creación artística. Reelaboraremos la bohemia y el hippismo.

Un fenómeno sin nombre

Conocemos, gracias al cursillo acelerado que estamos recibiendo estos días, el nombre técnico del crédito que se dispensa a quien no va a poder devolverlo (subprime o basura). Ahora nos gustaría saber cómo se llama la hipoteca concedida para la adquisición de una vivienda sobrevalorada, que es nuestro caso. El Banco de España, una entidad poco alarmista, lleva años advirtiendo de que los pisos que comprábamos por 100 valían en realidad 70 (un servidor, que tiene tendencia al pánico, piensa que valían 50).

Pues bien, usted llegaba al banco, pedía un crédito para adquirir por 1.000 una casa que como mucho valía 700, y el banco miraba para otro lado, es decir, le daba los 1.000 y mañana Dios dirá. Usted, por su parte, amueblaba la vivienda y se metía en ella convencido de que se había hecho con una ganga que al año siguiente costaría un 20% o un 30% más. En todos esos cálculos había no menos de un 50% de delirio o sueño del que estos días empezamos a despertar. Las calles de nuestras ciudades están llenas de carteles de "Se Vende". ¿Pero cómo vender a un precio real lo que compramos al de una quimera? Por cojones, con perdón, no se nos ocurre otra cosa, al menos mientras los expertos ponen nombre a un fenómeno con tantos cómplices.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

The Pink Panther, 1964-1980

La Pantera Rosa representa una excepción en el mundo de los 'cartoons'. En primer lugar, por las circunstancias de su creación, después porque aterrizó en la gran pantalla justo cuando los grandes estudios abandonaban la producción de cortometrajes animados por poco rentables y tercero por la silenciosa elegancia que la caracteriza.

La Pantera nació a partir del encargo que el director Blake Edwards hizo a Friz Freeleng para que diseñara la secuencia de títulos de 'The Pink Panther' (1964), la comedia que lanzó al estrellato a Peter Sellers en el papel de inspector Closeau. Contra todo pronóstico, aquella secuencia inicial se hizo tan o más popular que el resto de la película, relegando al presunto protagonista del filme, David Niven, a un humillante tercer lugar tras la pantera y el patoso Closeau. Los estudios no tardaron en reaccionar y, previa masculinización del felino, encargaron a Freeling un cortometraje.

Desde aquel primer 'Pink Phink' (1964), ganador de un Oscar, la pantera dejó claro su estilo y afinidades, reuniendo la actitud de Keaton, con la sobriedad y valentía gráfica de los estudios UPA.

De este modo, sin moralina ni cursilerias, la pantera 'cool' encontró la manera de seducir a niños y adultos. Freeleng y De-Patie, su productor asociado, mantuvieron durante bastantes años una producción aproximada de un corto por mes, estrenados en salas de cine, que incluso los anunciaban en sus marquesinas, hasta que la pantera dejó la gran pantalla para instalarse en la televisión en 1969. En total, entre 1964 y 1980, se produjeron 124 títulos. Después sería resucitada en varias ocasiones, con voz, con hijos y casi todo aquello que no le hacía falta.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Habemus Réflex (por fin!)

El viernes pasado, 30 de noviembre, se consumó el acto: adquirida la Pentax K10D














Decir que estoy emocionado es poco. Vengo siguiendo el tema desde hace unos tres años aproximadamente, mirando las novedades, controlando precios, esperando el mejor momento. Hace un par de semanas tomé la decisión, y no fue hasta el viernes pasado que tuve tiempo de acercarme a Barcelona para preguntar si tenían el kit con el lente 16-45 mm con la empuñadura. Sí que lo tenían, el precio era el adecuado, así que tarjetazo y para casa.

Ahora hay que dedicarle tiempo para sacarle todo su potencial. El debut será un reportaje para labicha durante la próxima feria de Sant Boi.