martes, 3 de junio de 2008

La crisis ya llegó: ¿qué hacer?

Respecto a lo que se debe hacer ante la llegada de la crisis... pues lo primero, en mi opinión, es reconocer dos cosas:

1) no hay forma de salir de esta situación ilesos. la fiesta hay que pagarla y

2) muchas veces es mejor estarse quietecito, porque la puedes liar todavía más jugando a gran diseñador de la economía; hay que centrarse en directrices generales, no en pongo aquí un poquito, y quito de allá otro poquito, esto no funciona; y las tiritas, pues eso, son tiritas.

Punto 1: asumir que la fiesta que hemos tenido no es gratis, hay que pagarla

Creo que todavía no está asumido que hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades y que la consecuencias no se arreglan en un plis plas, ni con superávit, ni con ideas felices, ni con una varita mágica. Hay muchas maneras de ver lo excesos, pero una muy evidente es el déficit por cuenta corriente, que es para echarse a temblar. En otras palabras, que hemos vivido la vida loca y ahora hay que pagar la factura. Y la factura no se va solita, hay que pagarla si o si.

Lo malo es que casi toda esa financiación externa se ha ido a la inversión residencial y al consumo privado, que suman al PIB a corto plazo, pero no son elementos productivo per se. O sea, que las urbanizaciones en la costa no son fábricas de microchips precisamente, no generan nuevos productos, ni se hacen más eficientes, ni permiten crecer más en el futuro, ni nada de nada. Basar el crecimiento en la inversión residencial y el consumo privado es una mierda de patrón de crecimiento. La semilla del desastre. Y seguir fomentándolo es pegarse tiros en los pies, porque no es más que aplazar un poquito el pago de la factura, que luego será todavía más grande. En mi opinión, sujetar artificialmente al sector inmobiliario es el equivalente de pedir un préstamo a uno de esos prestamistas, cofidís o como se llamen: duermes tranquilo un día mientras te excavan una tumba todavía más honda. Pues eso, lo primero reconocer una cosa: estamos jodidos. Ni seis meses, ni un año ni gaitas. Este reconocimiento significa, básicamente, que nos quedan varios años por delante de un crecimiento raquítico, un aumento del paro y una bajada del bienestar general. Hay que apretarse el cinturón. Así son las cosas, en mi opinión, claro. Si alguien cree que podemos seguir de fiesta y la factura aumenta para siempre sin consecuencias, que despierte.

Punto 2: ¿y qué se puede hacer?

Repuesta rápida: la productividad. Tenemos que producir más y mejor para pagar los platos rotos y seguir creciendo en el futuro. Eso significa aumentar la productividad del trabajo, no del capital (ya tenemos suficiente apalancamiento). ¿Y esto como se hace? Pues a corto plazo, muy malamente: bajando los salarios reales, a la alemana. Y no queda otra, estamos jodidos: salarios más bajos. A largo plazo, intentando mejorar nuestras ventajas competitivas e inventarnos unas nuevas ¿y esto es abstracto? Pues no, no solo no lo es, sino que es posible: Irlanda es un buen, muy buen ejemplo. ¿Y a corto plazo podemos hacer algo más? Pues sí, poner tiritas, pero centrarse en esto es equivocar el tiro, en mi opinión. ¿Y qué harán los políticos?... ¿una apuesta? … vamos a oír hablar de tiritas durante mucho tiempo, que si políticas de fomento de alquiler, que si rebajas de impuestos (mentira) para estimular no se que, que si ayudas directas al que patalee mucho, ... en fin, bobadas mientras la economía va cayendo y el paro aumentando, lo cual no es una bobada, sino algo muy serio. ¿Y que medidas concretas nos pueden ayudar?

Entiendo que la situación es desagradable, pero es así. Ante ella, se pueden tener dos actitudes:
1) esperar que se arregle sola, o que la arregle un comentarista de la radio, o de la tele, o tu alcalde, o el psoe, o el pp, o Ratzinger o el Profeta. Tienes donde elegir. Además necesitas un chivo expiatorio para echar la culpa de todos tus males, también puedes elegir de esa lista, además podrías incluir a los emigrantes, a trichet, a bush, al petroleo, al trigo, a los ricos o a los pobres y a otros muchos otros. Hay combinaciones para todos los gustos. Ahora ni la esperanza ni la ira arreglan los problemas. Ni que decir tiene que esta actitud es la más habitual, entre otras cosas porque se ganan muchos votos con mensajes de este tipo.
2) usar el coco, que para eso está. Abrir los ojos a que no hay recetas mágicas, ni genialidades ni nada que se le parezca. No hay más cera que la que arde. Si no vendes no creces, y si no eres competitivo no vendes. España todos estos años no ha aumentado la competitividad, sino que la ha disminuido, eso sí tenemos muchos ladrillos, cojonudo. O sea, que estamos jodidos. Así que si no vendemos, la riqueza del país va a caer. Lo siento mucho. Y la productividad no aumenta a corto plazo por arte de magia. España no invierte en tecnología, porque parece que somos más listos que nadie y nos pasamos el día discutiendo por gilipolleces de estatutos y similares. Y como no tenemos tecnología para hacernos más eficientes, tendremos que ser más baratos. Y si no lo somos, no venderemos un colín y el país será más pobre. Así que, si los salarios no bajan, todos seremos más pobres y tendremos más paro. Así de triste. Probablemente, lo que ocurra es un poco de las dos cosas: menores salarios y más paro.

Ahora, tampoco esto es un país de idiotas, o sea que saldremos de esta. Pero desde luego, no con genialidades.

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