viernes, 26 de septiembre de 2008

Anclar la riqueza

Todo sistema económico tiene un activo en el que anclar su riqueza. Además, ese activo tiene que estar reconocido socialmente como reserva de riqueza financiera. Ya sea oro, diamantes, tierras, especias, esclavos o dinero, las sociedades han tenido un activo para conservar y transferir riqueza del presente al futuro.

Hasta ahora, en España ese activo era la vivienda. Había un pacto social en el que la vivienda era escasa y racionada. En cambio el dinero, la peseta, era abundante y fácil de conseguir. El banco de España se encargaba de ello; y las autoridades políticas hacían que la vivienda fuera escasa y racionada. Por eso, nuestros padres tuvieron muy bien criterio a la hora de cambiar todo su dinero – las pesetas – por una vivienda; conservar y trasferir riqueza al futuro, a nosotros. Las deudas en realidad no se pagaban. el banco central inflaciónaba y después devaluaba la peseta para que la vivienda conservara su valor en el tiempo. Ese era el pacto y el escenario en el que la gente se tenía que mover.

Hoy en día nos movemos en un escenario totalmente distinto. A partir de la entrada en la unión monetaria, el único activo para anclar la riqueza financiera es el euro. Ese es el nuevo pacto. El euro no es inflaciónario y no pierde valor en el tiempo. El nuevo banco central se encarga de ello. Las deudas en euros se pagan. La vivienda ha dejado de ser escasa y racionada. La clase política se ha encargado de ello. La gente que ha cambiado todo sus euros, presentes y futuros, por una vivienda ha cometido un error. Será dejada a un lado como reliquia del pasado. El nuevo paradigma es el euro.

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